“Cuando encuentres dificultades y contradicciones, no intentes romperlas, dóblalas con delicadeza y tiempo”.
Voy a usar la palabra subrepción en la acepción que la define como la ocultación de un hecho para obtener lo que de otro modo no se conseguiría.
Este concepto ha sido y es una práctica común dentro del escenario político venezolano, y cuando hago esta afirmación no me estoy refiriendo solo a una parte de este.
El objetivo de logros a corto plazo o la inmediatez de sus aspiraciones, los lleva a destruir el capital más valioso en su relación con los ciudadanos, la confianza.
La falta de transparencia, rigor y la ética en el mensaje debilita este valor en la sociedad, los ciudadanos estamos ansiosos de escuchar voces que, a pesar de sus posiciones abiertamente contrarias, tengan la bondad de actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos, cuando beneficie al conjunto de la sociedad, aunque esto en la manera de hacer política en Venezuela sea una candidez que algunos no dudarían de llamar estupidez.
Traigo a colación esta reflexión, por cuanto en este momento, se está realizando un proceso que coincide con un momento que sucedió en nuestra historia y que bien valdría la pena recordar.
En agosto de 1498 Colón descubrió y pisó la masa continental americana. Era su tercer viaje, en el que utilizó para llegar hasta aquí tres carabelas: Castilla, Correo y Vaquiña. Desembarcó en la localidad de Macuro, Golfo de Paria, al oriente de Venezuela. Sorprendido por las bondades naturales que circundaban el Delta del Orinoco, llamó a ésta “Tierra de Gracia” según relata Wikipedia.
En el inicio del año, arribaron a puertos venezolanos tres embarcaciones, he allí el paralelismo, que al igual de la citada referencia histórica, marcan un hito en la historia reciente de nuestro país.
Las dos primeras naves son el petrolero bahamés Caribbean Voyager, mientras que el segundo es el UACC Eagle con bandera de Islas Marshall quienes sin duda alguna marca el reinicio de la relación comercial de nuestro país con nuestro cliente más importante en cuanto a niveles de comercio, como por proximidad, luego de cuatro años de ausencia auto infligida.
La tercera embarcación toco suelo venezolano por Guamache, en la isla de Margarita, Venezuela, es el crucero Amadea, el buque con bandera de Bahamas y operado por la compañía alemana Phoenix Reisen, el primer crucero europeo en atracar en Venezuela en 15 años con 500 turistas europeos a bordo, la mayoría de ellos alemanes, lo que equivale a decir La Unión Europea.
Es importante destacar y allí esta reflexión, que quienes realizan cualquier tipo de oposición al gobierno, incluyendo a personas que militaron o dijeron en alguna oportunidad que eran afectos a sus políticas de estado, hoy, no sean capaces de por lo menos opinar que estos acontecimientos son de vital importancia para nuestra economía. Que son marcadores de un parteaguas histórico que materializa que, de algún modo tenía el estado venezolano un mínimo de razón en sus declaraciones sobre la guerra económica, sanciones criminales y un brutal bloqueo que llegaba y sigue llegando al estomago de los venezolanos. Sin que esto signifique que estoy afirmando que era y es la única razón.
Hoy estas naos no están fondeando en Macuro, como tampoco están atracando en el Puerto de Shanghai, China o en el Puerto de Singapur centros mundiales del comercio marítimo, con sus respectivas experiencias de dominio.
Están llegando a nuestro país luego de una situación difícil, así que celebremos esta nueva oportunidad, juntemos nuestras mejores voluntades para que nos salga bien, cada quien, haciendo su papel dentro sus responsabilidades, pero desde las virtudes correspondientes, sin genuflexiones, pero con integridad.
Aborreced las bocas que predicen desgracias eternas, decía el poeta Rubén Darío y lo mismo opino, Venezuela merece un concierto de voces positivas ante este nuevo contexto, una realidad mundial marcada con más de cinco sistemas de funcionamiento en situación de crisis, que los expertos ahora denominan “Policrisis”.
Estamos sumergidos en esta situación queramos o no, no somos una isla. Lo blanco ya no es tan blanco como se creía y lo negro tampoco lo es. Los dogmas se están quedando solo con los radicales y estos más solos todavía. Los centros de dominio se quedaron sin principio ni vergüenza empujados por sus intereses, y para muestra un botón. Un muy soberbio Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron con su aspecto pusilánime y con voz queda pronunciando ante los medios de comunicación del mundo un “Señor Presidente”.
Recuerden ser felices, es gratis.
Paz y bien.
Redacción: José Gregorio Palencia Colmenares.