Por Manuel Gómez| Twitter @MG73041501
Para las Escuelas de Comunicadores Populares.
I. Previo.
«No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo». François-Marie Arouet (Voltaire).
Declaración Universal de los Derechos Humanos: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, lo que implica el derecho a no ser molestado por sus opiniones y por buscar, recibir y propagar, sin consideración de fronteras, informaciones y opiniones por cualquier medio de expresión. Es decir, la información y la comunicación son un Derecho Humano»
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Artículo 57: «Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.
Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades»
Artículo 58: «La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como el derecho de réplica y rectificación cuando se vean afectados directamente por informaciones inexactas o agraviantes.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para su desarrollo integral»
La comunicación es un proceso que consiste en la transmisión e intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor.
Los medios de comunicación pueden ser utilizados para informar o desinformar, dependiendo de los intereses a los que realmente respondan o sirvan. Y pueden enfocarse en fines educativos, de entretenimiento, formación o moldeado de opinión, transmisión de noticias y publicidad, entre otros.
Informar es aquella acción a través de la cual una persona da cuenta de un hecho, evento, acontecimiento, idea o pensamiento expresado a otra persona que lo desconoce. Es decir, una persona pone en conocimiento de una noticia a otra persona.
Desinformar es aquella acción que genera en las personas el desconocimiento, la ignorancia o el manejo de información falsa por una manipulación intencional para evitar la circulación o divulgación del conocimiento de datos, argumentos, noticias o información verdadera sobre un hecho, evento, acontecimiento, idea o pensamiento expresado para conseguir ciertos fines.
La verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad a una idea hecha palabras. Es el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades.
En este punto debemos aclarar que el presente material no versa sobre la visión filosófica de la verdad objetiva y la verdad subjetiva. El presente material se refiere a la verdad como un hecho, acontecimiento o evento concreto, así como del conocimiento científico y la veracidad de ideas y pensamientos expresados por las personas.
Falacia es contraria a la verdad. Es un argumento inconsistente sin fundamento válido o apego a la realidad de un hecho acontecido o una idea expresada.
Sinónimos de falacia: engaño, mentira, ficticio, fingido, fraudulento, falaz, erróneo, equivocado.
III. Criterio de la verdad.
«El criterio de la verdad es la norma para fijar la veracidad, la certeza de nuestro conocimiento, el testimonio que confirma o atestigua la justeza de nuestras ideas; el grado de concordancia entre nuestras sensaciones y conceptos y la realidad objetiva». Diccionario filosófico marxista.
Quienes ejercen la acción de dar a conocer la verdad sobre un hecho, evento, acontecimiento, idea o pensamiento expresado, establecen normas inquebrantables sobre la objetividad. Apartan los juicios de valor basados en los sentimientos o creencias que pudieran albergar. No hacerlo es colocar al borde de un abismo el criterio que sirve como base a la veracidad del conocimiento o el testimonio de una realidad concreta e inobjetable, pudiendo convertir el conocimiento o testimonio en una verdad “desconocida”, “irreconocible” e incluso no aceptada.
Pero además, la verdad no puede ser simplemente transmitida como un acto reflejo o una acción mecánica. La verdad debe ser transmitida a alguien, orientada y direccionada a quienes sepan utilizarla para así asegurar su difusión y su defensa ante los intentos de engaño, manipulación y ocultamiento.
Transmitir la verdad es luchar contra la mentira (la falacia), y a su vez puede permitir el descubrimiento de cualquier otra verdad importante.
IV. Manipulación y desinformación. Breves reseñas históricas.
«Cuando se declara la guerra, la verdad es la primera víctima». Arthur Ponsonby, político británico, pacifista, escritor y activista social.
Muchas veces personajes con recursos y poder intentan "borrar" de la memoria colectiva informaciones que pueden llegar a comprometerlos. Ésta es una muy vieja costumbre utilizada por tiranos en todas las épocas. Se cuenta que los más sanguinarios emperadores romanos tenían historiadores oficiales. Éstos escribían loas a atroces emperadores y a su acción de gobierno. Sólo muchas décadas más tarde, cuando ya todos los protagonistas estaban muertos, Tácito y Suetonio pudieron poner las cosas en su lugar y colocar a personajes como Tiberio, Calígula y Nerón en el lugar que se merecían: en el panteón de los más siniestros y perversos emperadores que se recuerden. Sin embargo, muchos de los ciudadanos romanos contemporáneos de ellos murieron sin saber cuántos de sus males, miserias y hasta sus propias muertes diarias se debían a los propios emperadores y su sistema de censura y manipulación de la prensa y la historia. En el propio Imperio Romano se tardó más de sesenta años para que se conocieran acabadamente quiénes habían sido esos tres emperadores. Walter Graziano, Hitler ganó la guerra.
El Primer ministro británico, David Lloyd George, en una conversión privada con el editor de The Guardian, C.P. Scout., decía sobre la primera guerra mundial «que si las personas realmente supieran la verdad, la guerra terminaría mañana. Pero está claro, ellos no la saben. Y no la pueden saber». Documental La guerra que usted no ve. De John Pilger.
Edward Bernays, pionero de la propaganda moderna, inventor de la expresión Relaciones Públicas, escribió, «La manipulación inteligente de las masas es un gobierno invisible… que es el verdadero poder gobernante en nuestro país». Él formaba parte de una agrupación secreta llamada Comité de los Estados Unidos sobre Informaciones Públicas,… creado en 1917 para persuadir a los estadounidenses reluctantes… a que apoyaran la participación en la guerra en Europa. Ewgard Bernays fue a Woodrow Wilson y le dijo: «Mire, si usted va a entrar en esta guerra… vamos a tener que venderla al pueblo estadounidense». Entonces, Wilson instituyó y creo la primera maquinaria de propaganda moderna. Documental La guerra que usted no ve. De John Pilger.
Esta maquinaría era brillante en su conceptualización, es decir, que la mejor manera de persuadir a las personas es atrapándolas por sus emociones. A través de sus impulsos inconscientes e intuitivos. No vamos a preocuparnos con divulgar los hechos. Vamos a amedrentar a las personas con el infierno. Los hechos no importan. Documental La guerra que usted no ve. De John Pilger.
Para Edward Bernays, las relaciones públicas eran como una guerra contra el pueblo para manipular su voluntad. Documental La guerra que usted no ve. De John Pilger.
En la actualidad, por ejemplo, El Pentágono, Departamento de Defensa de los Estados Unidos, gasta más de mil millones al año en publicidad, reclutamiento, propaganda, la venta de la guerra. Hay contratos del Pentágono con organizaciones periodísticas en cuanto a cómo manipular las informaciones. Hay agentes del Pentágono envueltos en la divulgación de los boletines de los medios cuando el servicio de espionaje es usado para manipular la opinión pública
V. Manipulación y ocultamiento de la verdad.
«Los medios pueden manipular la realidad pero no son capaces de crearla». Ricardo Alarcón de Quesada a una periodista al concluir la sesión del parlamento cubano (2008).
La desinformación es el arte de poner suficiente información verdadera para que cuando se infiltre información falsa sea tomada como verdad.
Desde principios de los años 90, se comenzó la desaparición de la información de forma progresiva en los medios de comunicación destinados al público en general. El análisis periodístico y especializado, así como emisiones de información, fueron prácticamente suprimidos, en algunas pocas excepciones, restringidos. En todo caso, sustituidos por temas tipo magazine, reportajes anecdóticos, hechos diversos, microsondeos y reality-shows de la vida cotidiana.
Charles Dana, periodista estadounidense, explica que se pasó a la búsqueda de lo excepcional en la información como principio periodístico. Y ejemplifica, “No es noticia que un perro muerda a una persona sino que una persona muerda a un perro”.
Detrás de toda esta sistemática y sostenida labor estaban, y están, las agencias de inteligencia de países como EE.UU (CIA), Israel (MOSSAD), Alemania (BND), Italia (AISI y AISE), Reino Unido (SIS o MI6), Turquía (MIT), entre otros. Todo en función de crear las condiciones necesarias para que la realidad (la verdad) fuese lo menos compleja de manipular u ocultar por los medios de comunicación al servicio de poderosas elites mundiales. Se trasmuta el conocimiento o testimonio veraz en una verdad “desconocida”, “irreconocible” e incluso no aceptada.
Para luchar contra la mentira, que induce a la manipulación y ocultamiento de la verdad, así como a una ignorancia debida, entre otros, es necesario entender que el cerebro humano pasó a ser un campo de batalla en la guerra contra la verdad. Durante décadas se ha impuesto la destrucción del pensamiento complejo en las personas para evitar el discernimiento de las condiciones objetivas que determinan lo que es el mundo que nos rodea. Se destruyó, y destruye, las bases de un aparato conceptual robusto en las personas. Se mezclan variados, confusos e incompletos conocimientos verdaderos con falacias para procurar el ocultamiento de los hechos reales. Se adoctrinan a las personas como sujetos especializados evitando la construcción y desarrollo de una cultura general, cultura que provee de herramientas al individuo para intentar elaborar inferencias lo más cercanas a la realidad así como mecanismos de defensa contra las mentiras y manipulaciones de la verdad. La especulación, idealismo y argumentos emocionales e instintivos se posicionan por encima del razonamiento y la reflexión profunda para que las personas no puedan superar ese «principio que se resiste a toda información, que se resiste a toda argumentación, que nunca deja de mantener al hombre en una ignorancia perenne... El principio de desestimar lo que no se ha investigado». Herbert Spencer. Filósofo, psicólogo y sociólogo británico.
VI. Ejemplo de la falsedad sobre la que se soporta el sistema capitalista a nivel global. Ocultamiento del conocimiento, desinformación, ignorancia generalizada de la verdad.
«Nadie es más esclavo que aquel que falsamente se cree libre». Goethe.
Adam Smith no tenía razón. Matemáticamente, su basamento fundamental es incorrecto. Es decir, que la tesis principal, y base fundamental de toda la teoría económica moderna, de que el máximo nivel de bienestar social se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual, y nada más que ello, en realidad queda anulada per se por la falsedad de su hipótesis basal.
Teorema del Segundo Mejor.
Los economistas Lipsey y Lancaster descubrieron hace más de medio siglo que es posible que un país funcione mejor con una mayor cantidad de restricciones e interferencias estatales, que sin ellas. Es rol fundamental y preponderante del Estado. Pero los poderosos capitalistas enfilan sus maquinarias bélicas contra los Estados-Nación, para minimizarlos, anularlos o destruirlos.
Una economía, debido a las restricciones propias que ocurren en el mundo real, no puede funcionar en el punto óptimo de plena libertad y competencia perfecta para todos sus actores, entonces no se sabe a priori qué nivel de regulaciones e intervenciones estatales necesitará ese país para funcionar lo mejor posible.
Los recursos, la creación de riquezas y producción, distribución y consumo de bienes y servicios, para satisfacer las necesidades humanas pasan por el desarrollo armónico y proporcional de la economía.
Por supuesto, no se puede establecerse a ciencia cierta, y de antemano, qué resulta mejor para un determinado continente, país, región, localidad o comunidad, sino que ello dependerá de una gran cantidad de variables. Por lo tanto, toda universalización de recomendaciones económicas es incorrecta. Entonces, Adam Smith no tenía razón en su tesis acerca de la panacea que significaba el individualismo para cualquier tipo de sociedad. No se puede dar el mismo consejo económico para todos y en todo momento.
Se debe concluir con lo anterior, y debido a la falsedad de la teoría económica imperante, que la aplicación de una nueva ley tropieza con la mayor resistencia por parte de las fuerzas condenadas a desaparecer. Naturalmente, se establece de esta forma una pugna por la sobrevivencia, que debe ser objeto de análisis si realmente se desea afrontar los desafiantes escenarios posibles en procura de divisar los obstáculos y peligros, que acarrea la construcción de un nuevo modelo socio-económico, para superarlos.
No se puede ser cómplice ni participe de darle continuidad a un error histórico que ha sumido a las sociedades del planeta en la miseria y la ignominia. Las leyes económicas objetivas dan forma al modo de las relaciones sociales de producción centrado en la convivencia solidaria y la satisfacción de necesidades materiales e intangibles de toda la sociedad.
Otro ejemplo de contención y ocultamiento del conocimiento, de la verdad, es la Teoría de los juegos. Juegos con equilibrios múltiples.
Trascendental aporte a las ciencias económica que describe la realidad en forma más acertada que la teoría económica clásica, y que tiene usos múltiples en economía, política, diplomacia y geopolítica, a punto tal que puede explicar e incluir el más sangriento de todos los juegos: la guerra.
Nuevamente, Adam Smith, el padre de la economía, no tenía razón. Una sociedad maximiza su nivel de bienestar cuando cada uno de sus individuos acciona en favor de su propio bienestar, pero sin perder de vista también el de los demás integrantes de la sociedad, generando la posibilidad de mercados con múltiples niveles de equilibrio. El individualismo, lejos de conducir al mejor bienestar de una sociedad, puede producir un grado menor, y muchas veces muy apreciablemente menor, de bienestar general e individual que el que se podría conseguir por otros métodos de ayuda mutua.
Entonces, un nuevo Sistema de Economía es necesario, y bien pudieran comenzar a trabajar para dotar de nuevas bases y fundamentos a la Ciencia Económica, cuya premisa fundamental sea la recuperación del valor del trabajo como productor de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas así como el desarrollo y evolución integral de las ciudadanas y los ciudadanos.
VII. ¿Cómo defender la verdad?
«El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!». Bertolt Brecht.
La frase con la cual inició el Correo del Orinoco, órgano divulgativo del Proceso Independentista Venezolano, fundado por el Padre Libertador Simón Bolívar dice: «Somos libres, escribimos en un país libre y no nos proponemos engañar al público». Bolívar lo llamó «Artillería del Pensamiento». Nace en Venezuela el periodismo informativo y de opinión de depurada prosa, la hondura reflexiva que tendría en Bolívar a un brillante periodista, a un excepcional comunicador, dotado de las más altas virtudes del oficio, la sobria elegancia del estilo y la desmesura humanística. Nunca como entonces en Venezuela se hubo de juntar el parte de guerra, el decreto, el boletín, la proclama, las lecciones de soberanía, la defensa nacional, el mutuo entendimiento, el reclamo de los derechos de los pueblos. Nace en Venezuela la artillería comunicacional para transmitir los mensajes que defenderían la verdad.
Entonces, uno de los necesarios elementos básicos es el medio (canal) a través del cual se transmite el mensaje desde el emisor al receptor; radio, televisión, periódico impreso, telefonía celular, panfletos, grafitis, dacibaos, aplicaciones informáticas que permiten la construcción de redes digitales entre las personas como por ejemplo Twitter, Tik Tok, Facebook, Instagram, correo gmail, Telegram, Whatsapp, Youtube, entre muchos otros.
Cada medio tiene sus potencialidades y alcances. No todos causan el mismo impacto. Se debe estudiar, incluso, los estratos y grupos sociales que prefieren un canal u otro para acertar en el diseño del mensaje a transmitir.
Pero el canal, físico o virtual, es solo un elemento más del todo del sistema de comunicación. Anteriormente señalaba que «la verdad no puede ser simplemente transmitida como un acto reflejo o una acción mecánica. La verdad debe ser transmitida a alguien, orientada y direccionada a quienes sepan utilizarla para así asegurar su difusión y su defensa ante los intentos de engaño, manipulación y ocultamiento». Para ello es necesario conocer en lo posible a los potenciales receptores; sus categorías, estratos sociales, costumbres, carga cultural, sectores en los cuales están distribuidos, inclinaciones ideo-políticas. En resumen, todos los factores que sirvan para categorizar al receptor o receptores, ya que en base a esos factores se diseña el mensaje para trasmitir la verdad. Porque la verdad no es algo en lo que se cree, la verdad es algo que simplemente es y su relación con ella es una decisión propia. Un hecho ocurre o no ocurre, una idea se expresa o no se expresa. En tal sentido, la verdad se contiene a sí misma, es algo en lo que se decide alinearse o no. Por lo cual, defender la verdad contra la mentira requiere de la construcción de un mensaje que promueva en las personas la disposición de alinearse con la verdad y no con el engaño.
Bolívar nos habla a través de los tiempos y nos ofrece una meridiana visión de todo lo que atenta contra la defensa de la verdad. Así que bien vale la referencia para la lectura y comprensión profunda de un extracto del principio de su Discurso pronunciado ante el congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, el día de su instalación: «Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que, instigado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla;»
Nuestro panorama no ha cambiado mucho desde aquella descripción que Bolívar hiciera de nuestros males como sociedad, como república. La construcción del mensaje para transmitir la verdad debe contemplar la historia y el presente de los Pueblos para superar la esclavitud que ha ejercido la mentira y el engaño.
Recientemente, de la manipulación histórica que celebraba cada 12 de octubre un “descubrimiento” pasamos a la verdad, la férrea resistencia que opusieron los pueblos indoamericanos contra la brutal y sanguinaria invasión europea.
Para defender la verdad se requiere ética, profesionalismo, moral. Apego absoluto a los más altos principios en favor de la humanidad para transmitir los hechos y expresiones de forma fidedigna, y con las herramientas necesarias que le aporten a las personas los elementos adecuados para el mayor acercamiento a la compresión de la realidad.
La falta de objetividad hace que la verdad roce peligrosamente los límites de la manipulación.
Un Comunicador, una persona comprometida con la verdad de los hechos, conocimientos y expresiones de otras personas debe desarrollar confianza y grado de conocimiento, es decir, CREDIBILIDAD, calidad de creíble (que sea razonable, relevante, significativo). Si una afirmación que se tiene por verdadera no aparece como razonable, normalmente pierde credibilidad. Se debe transmitir la verdad en un mensaje elaborado que genere confianza y ofrezca conocimientos sobre el hecho, expresión o saberes.
Un Comunicador que acumule descrédito, falta de credibilidad y desconfianza, nunca podrá superar esa mala fama. «Aun cuando digan la verdad, los mentirosos no son creídos». Cicerón.
Necesaria siempre e indispensable para un Comunicador, la credibilidad, confianza y conocimiento como condiciones imperturbables e imprescindibles en la base de sus relaciones sociales; honestidad, congruencia y rectitud.
El saber, es decir, el conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio y la experiencia, también hacen causa común con la verdad.
Considere que la credibilidad requiere años para su construcción. Perderla, meses, días, incluso horas. Para cuidar la credibilidad no solo se tiene que ser, se tiene que parecer. La credibilidad puede resistir una equivocación, con su respectiva rectificación, pero no es aconsejable perseverar en el error. No deje que otro u otros atenten contra su credibilidad.
«En una época de universal engaño, decir la verdad constituye un acto revolucionario». George Orwell.
El Comunicador debe aprender a discernir muy acertadamente cuando un medio de comunicación transmite una verdad o una mentira.
Un medio de comunicación, dependiendo de sus intereses, los cuales pueden cambiar, dependiendo de diversos factores, puede oscilar entre la información y la desinformación. Es tarea del Comunicador reconocer estas oscilaciones para discriminar la verdad de la mentira, la información o la desinformación.
Ejemplos sobre medios de comunicación CNN y TeleSUR:
CNN (Cable News Network), dependiendo de los intereses que defiendan sus dueños, puede transmitir una información verdadera y con profundidad. Pero también puede transmitir una información limitada, sin ahondar, sin contextualizar y mucho menos levantar algún tipo de crítica. A su vez es capaz de mostrar una mentira gigantesca y la verdad lo menos perceptible posible. Puede ejecutar un despliegue técnico informativo para transmitir la verdad como puede manipular y divulgar información falsa. Siempre, en ambos casos, a la conveniencia de sus intereses.
De hecho, la cadena CNN ha sido criticada públicamente por desinformación y acusada de mentir. «Si puedes controlar la información, puedes controlar a la gente». Tom Clancy, novelista.
TeleSUR (La Nueva Televisión del Sur, C.A.), a diferencia de CNN, ha sido felicitada por sus valores de alta producción y su reportaje intensivo sobre América Latina para latinoamericanos. En pocas ocasiones TeleSUR ha transmitido información errónea o falsa. Pero en esos casos ha emitido comunicados de rectificación informando sobre el error. Tal fue el caso, por ejemplo, de un supuesto “Análisis de Noam Chomsky (activista, filósofo, politólogo y lingüista) sobre el Coronavirus y la geopolítica mundial sobre lo que pudiera estar pasando”, atribuido al lingüista, filosofo, politólogo y activista estadounidense Noam Chomsky. Los que hemos leído y estudiado a Chomsky nos pareció muy llamativo las palabras del supuesto análisis. La experiencia, en base al reconocimiento de la línea discursiva de Noam Chomsky llevó a solicitar la fuente original del supuesto análisis. Chomsky no habla castellano (español para otros), por lo tanto la fuente original debió estar en idioma inglés. Dicha fuente original no existía, por la sencilla razón que el análisis cuya autoría se le atribuía a Chomsky era falso. Es decir, Chomsky no escribió el análisis en cuestión. Ni estaba publicado en el sitio oficial del Profesor Chomsky, ni en medios que publican sus notas rutinariamente.
TeleSUR, que publicó en su sitio oficial el supuesto “análisis de Chomsky” tuvo la obligación y ética profesional de emitir una rectificación sobre la información atribuida a Noam Chomsky.
El Comunicador debe entender que para reconocer cuándo se está informando y cuándo desinformando, cuándo se está ante una verdad y cuándo ante una mentira, ante una manipulación o ante un ocultamiento, requiere de conocimientos, de experiencia, de estudio, de lecturas, de análisis, de investigación, de una cultura general muy amplia como para reconocer, por ejemplo, según los autores, su línea discursiva. Reconocer cuándo un medio de comunicación informa la verdad, cuándo miente y cuándo manipula.
Es un ejercicio obligatorio para todo Comunicador categorizar a los medios de comunicación según su nivel de confianza y credibilidad. Tanto para identificar la información verdadera como la información falsa. Estudiar la falacia, la mentira, la manipulación, el ocultamiento ayuda a defender y mantener la verdad.
Los hechos, como las ideas y conocimientos expresados, poseen un contexto, obedecen a ciertas circunstancias, características, tienen fecha, hora actores, testigos y autores.
El Comunicador no puede, bajo ninguna excusa, desprenderse en ningún momento de su objetividad. Coloca en una posición de mucho riesgo el factor clave para defender la verdad, la credibilidad. El Comunicador debe hacer causa común la defensa de la verdad por cruda que pueda ser, inclusive para el propio Comunicador.
Hace poco fue publicado en algunos sitios web, y también corrió por diversos grupos de Whatsapp y Telegram unas supuestas declaraciones de Elliott Abrams ante la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU:
«Esto de atacar al chavismo es sencillamente para nosotros una guerra de sobrevivencia y la imposición de una razón que debe prevalecer sobre las demás, porque de otro modo estaremos admitiendo y dando campo para que se nos destruya. ¿Imagínense, señores representantes, por un segundo que nosotros dejáramos gobernar a los chavistas sin ponerles trabas, sin hacerles la guerra, permitiéndoles hacer sus proyectos sociales sin tomar en cuenta nuestras empresas y socios, siendo que los valores nuestros han sido los suyos por casi dos siglos? Imagínense que le sigamos permitiendo tener toda clase de relaciones extrañas con todo ese mundo adverso a Estados Unidos, llenando a su pueblo de conceptos e ideas que van todos contra nuestros valores. Imagínenselo por un momento, señores representantes: esto conduciría a la debacle y a la perdición de la democracia en el hemisferio occidental, aquí mismo en nuestras entrañas. He ahí, la razón primordial por la cual ese tipo de régimen constituye una amenaza para la seguridad nacional de nuestro país, algo que ustedes lo deben saber muy bien. En esencia, de eso se trata la lucha que estamos librando contra este tipo de regímenes que pondrían en peligro nuestro propio destino, la paz mundial»
El Comunicador comprometido con la verdad, con el deber de informar debe ser objetivo. La mentira, la manipulación, el ocultamiento de la realidad destruyen la credibilidad.
Como en el caso relatado anteriormente con Noam Chomsky, se verifica sin existe una fuente originaria en idioma inglés, tanto por el personaje Elliott Abrams (muy siniestro y oscuro, pero eso no es lo que se discute acá) como por el contexto, ante la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU. Algunos que, conocen la línea discursiva del Sr. Abrams, manifestaron que esas palabras no pertenecían a su vocabulario. Para despejar aún más las dudas se recurrió a la investigación en sitios web de confianza: TeleSUR, GRANMA, REBELIÓN, entre otros, y en ninguno de los antes mencionados se logró encontrar las supuestas palabras atribuidas a Elliott Abrams. Y en los pocos que se encontraron las supuestas expresiones carecían de la fuente original. Por tanto se concluye que esas palabras en particular son falsas.
En la medida que se asuma la práctica del mentiroso y del manipulador, las demás personas lo terminarán confundiendo con un mentiroso y manipulador.
Hoy día el Comunicador debe interiorizar, reflexionar y comprender a profundidad que el mundo está sumido en una cruenta guerra, en todo orden; financiera, comercial, bélica, cibernética, informativa…, y la verdad es su primera víctima. El mundo es muy complejo y requiere el máximo esfuerzo de estudio e investigación. Informar la verdad se ha convertido en un oficio complicado, exigente, difícil y en ocasiones riesgoso.
A lo interno de nuestro país, Venezuela, la situación no es muy diferente.
«El mundo se divide en tres categorías de personas: un pequeñísimo número que hace producir los acontecimientos; un grupo un poco más importante que vigila su ejecución y asiste a su cumplimiento, y, en fin, una vasta mayoría que jamás sabrá lo que en realidad ha acontecido». Nicholas Murray Butler. Miembro del Council on Foreign Relations (CFR).