#Opinion | Entre hipocresías, Lolitas y pederastas… >>>El problema con la pedofilia<<< - Por: Yenny Leal Herrera - Fuerza Guaiquerí

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#Opinion | Entre hipocresías, Lolitas y pederastas… >>>El problema con la pedofilia<<< - Por: Yenny Leal Herrera



Ellas serán entonces, otro personaje de la literatura pero esta vez no de Vladimir Nabókov, sino de Víctor Hugo en su extraordinaria obra Los Miserables...ellas ya no serán ninguna Lolita, sino Fantine


Por: Yenny Leal Herrera

Cuando en 1955 el escritor de origen ruso Vladimir Nabókov escribió el libro “Lolita”, que narra la historia de un hombre de 40 años que se sentía atraído sexualmente por una niña de 12 (que además era su hijastra), la mayoría de las casas editoriales que visitó rechazaron la obra por considerarla “inapropiada” o “políticamente incorrecta”, siendo una editorial francesa especializada en contenido para adultos la primera en aceptarla.

Fue de esa manera y luego de mucho rodar, cuando en 1962, el afamado director de cine estadounidense Stanley Cubrick realizó la primera adaptación para la gran pantalla, pero esta vez, dándole a la historia un toque de “romanticismo” por medio de fondos musicales “bonitos” que venían a escena (no por casualidad) cada vez que la niña Dolores Haze o “Lolita” y el personaje de Humbert Humbert (el pedófilo) estaban juntos en pantalla. ¿Qué querría sugerirnos Hollywood en ese entonces, tras el evidente edulcoramiento de una trama de absoluta e irrefutable pederastia?

En 1998, se realizó la adaptación del mismo libro, de manos del ultra reconocido cineasta Adrian Lyne, que escandalizó aún más a la sociedad al ser más fiel al libro de Nabókov, colocando en primer lugar la visión pervertida de Humbert sobre los hechos y produciendo una empatía hacia su forma de ser, con la que un gran porcentaje hizo "click", por lo menos en los momentos iniciales de la historia.

Y es que a diferencia de la primera adaptación hecha por Cubrick, en la de Lane el aparataje de la gran industria del cine, utilizada la mayoría de las veces para vender sus “productos”, así ese “producto” sea una transgresión contra lo más preciado que tiene la raza humana, que son los niños, se abrió una peligrosa puerta para ese tipo de aberrados sexuales, desde el preciso momento en que se hipersexualizó la imagen de una niña, para hacerla ver más “sexy” (o culpable) ante el público expectador, jugando con un morbo producido para crear un símbolo o "marca" que lejos de proteger a los menores, creó más material para personas de mente enferma...lo que creo firmemente que jamás fue la intención de Nabókov, sino de los "muy respetables y encumbrados" señores de la gran industria norteamericana del cine, que son los que pagan desde el vaso de agua que se toman los camarógrafos de una producción de ese nivel, hasta del bombillo de la luz del reflector en el escenario.

Fue de esa forma y de ese“producto”, que se desarrolló toda una mercadotecnia de la cual salieron: peinados, vestidos, labiales, lentes, trajes de baño y otros accesorios llamados “Lolita” para definir un estilo de infantilización de la mujer como algo atractivo o la exposición de niñas ante público adulto, convenciéndonos de una moda y de un estilismo que solo sirve para exponer a menores de edad a la mirilla de pervertidos, porque sí... resulta que de la noche a la mañana, la Lolita de Nabókov que en sí fue una criatura manipulada y abusada de una infinidad de maneras por un depravado como Humbert, con Hollywood pasó a ser una "imagen a seguir" para todas las mujeres del mundo sin importar su edad, pues con sus famosas colitas de cabello y todo, de víctima, pasó a ser empresaria, pero una empresaria extraña que solo existía en una película de la gran pantalla y que tenía también la habilidad extraña de producir mucho dinero desde ese estado ficticio y etéreo, evidentemente sin beneficiarse de él.

Presentar a “cuasi” niñas de forma sexual, es algo que lamentablemente está muy en boga para disqueras, televisoras y para lo que denominamos como séptimo arte, haciendo que por años se haya convertido no solo en algo visto para muchos como “normal”, sino como plausible, sobre todo si hacen que la mayoría lo vea como algo "seguro" para la mujer "cosificada" y causal a ramales de dinero...si no podemos preguntarnos cómo la cantante reguetonera Becky G, terminó llamando a todos a fumar marihuana sin pijama y que además, eso fuera considerado como algo "lícito"en tantos países del mundo, porque después de todo, a ella le siguen gustando mayores, de esos que llaman señores.

¿Y qué decir del personaje de Humbert Humbert?, porque este importante villano no se quedó atrás, casi a la par de los otros explotadores del objeto de su deseo , que sacarían provecho de la imágen de la "culpable" Dolores Haze por generaciones de generaciones.

En nuestra cultura y me refiero al caso específico de Venezuela, a seres con esas características solemos verlos de rabos verde tras algunas "Lolitas" -versión remasterizada del siglo XXI- niñas y adolescentes que de tanto bombardeo de antivalores se cansaron de ser el eslabón más débil de la cadena, para pasar a ser la criatura que con toda frialdad termina planificando o ejecutando el asesinato de su victimario mientras se come un helado...y pide otro con lluvia de colores y una fresa arriba, por favor.

Estos seres como Humbert se encuentran en todas las esferas de nuestra sociedad, siendo protegidos por sus amigotes y compinches o por mujeres tanto o más abusivas que ellos, por sus costillas y clones, haciéndolos pasar siempre por "pícaros bonachones" (insertar sonrisa aquí) sin importar lo asquerosos que sean, sus acciones deben causarte risa y si tienen conductas de inadaptados pues te debes reír más todavía, porque "pobre viejo", si se pone con sus cochinadas incluso delante tuyo ¿tú te vas a molestar por eso?.

Es el "anti-parabolismo" en nivel Dios, (sembrado y justificado por quienes piensan que todos por igual deben aceptar quedarse en relaciones abusivas), por quienes consideran que los demás deben aceptar que los depravados lleguen al extremo de guardar material de pornografía infantil en cualquier lado, así ese sitio pueda ser hasta un ordenador de su propio espacio laboral.

Y así transcurre todo, porque para colmo, estos sujetos son y serán defendidos por la ignorancia de quienes desconocen el nivel e intensidad de su enfermedad, por quienes trivializan la afectación psiquiátrica de sus panitas y "víctimas del mundo injusto", eso sí, siempre y cuando las muchachitas o menores de edad que aparezcan entre sus "archivos visuales" no sean sus hijas, sus sobrinas o sus nietas, porque al no conocerlas, con ellas no habrá ningún tipo de piedad, misericordia, ni solidaridad, ningún tipo de empatía, porque ellas serán "las perdidas y bichitas" ¿que a quién le importa quiénes son o de dónde salieron?, ellas serán "las nadie", las que no interesan, ni importan.

Ellas serán entonces, otro personaje de la literatura pero esta vez no de Vladimir Nabókov, sino de Víctor Hugo en su extraordinaria obra Los Miserables...ellas ya no serán ninguna Lolita, sino Fantine.

Sí, Fantine...la hermosa e inocente Fantine que de niña pasó a prostituta tras ser arrojada al lado más oscuro de nuestra sociedad, que por hipócrita y prejuiciosa la condenó a una vida de carencias en la más intensa necesidad y miseria, señalada, convicta y proscrita, presa del dolor y del sufrimiento hasta el último aliento y martirizada y humillada hasta post mortem cuando un "sacerdote" confinó su cuerpo a una fosa común, por encima de la instrucción del misericordioso Jean Valjean, porque después de todo, no se podía gastar esa cantidad de dinero en el funeral de "una cualquiera".

¡Qué simbólico que le tocara a un sacerdote la violencia post mortem sobre el maltrecho cuerpo de una víctima de la sociedad y qué simbólica esa fosa común!, la misma fosa donde va a parar nuestra moral como ciudadanos, mientras criminalizamos y señalamos a las mujeres por no tener una voz que las guíe o por atrevimiento de enamorarse, como señalamos alguna vez a María Magdalena, mientras defendemos a enfermos rufianes y lobos disfrazados de "sujetos buena gente".

No cabe duda de que todo el andamiaje de perversión mediática ha hecho maquiavélicamente bien su trabajo en tantos, porque obviando nuestro propio marco jurídico, que defiende a ultranza a los niños, niñas y adolescentes, por un lado mucha gente se llena la boca para expresar lo importante que es la juventud, mientras por otro culpan a las niñas de cualquier situación perversa que contra su bienestar atente, porque si las manosearon en la calle, era porque iban vestidas muy provocativamente y si las violan es porque ellas se lo buscaron y entonces, mientras todos pensemos así, ellas no tendrán defensa posible y las seguiremos dejando solas.

He allí nuestra verdadera inmoralidad, cuando no nos ponemos en el lugar de la mujer abusada, cuando no empatizamos con un problema tan terrible como lo es la explotación de la imagen y de todo lo que representa la fémina a profundidad y luego llegamos a nuestras casas a darle un tierno beso a nuestras hermanas, hijas, madres y sobrinas, mientras a las que tanto necesitan de nuestra ayuda las dejamos morir en el infierno que hemos creado para ellas, que es nuestra propia indiferencia.

Bienvenidos al tiempo en que una cantidad incomprensible de personas (hasta sin saberlo) defienden a los pedófilos ...y a la era de los "Papi de azúcar", mejor conocidos como "Suggar Daddys", que "son lícitos" porque proveen a la chica de lo que sea que necesite, menos de orientación.

Bienvenidos al tiempo de la pedofilia que tantas personas hasta sin darse cuenta ven como legal, mientras yo me quedo preguntándome por qué le ha quedado a madres y padres de familia muy pero muy grande eso de que "quien tiene un hijo, tiene todos los hijos del mundo".

Nada de esto se va a acabar mientras seamos alcahuetas de ese tipo de situaciones de abuso contra la mujer.

Cuidemos y protejamos a la juventud y si no nos duelen las niñas y las adolescentes porque no son familia nuestra, toca revisarnos por amor a lo más sagrado.

Toca revisarnos, para que no sean nuestras hijas, nuestras nietas y las futuras generaciones de mujeres las que sean "las nadie", las "sin nombre", las "sin valor". Dejemos la hipocresía y la incoherencia con la juventud, porque es imperante que lo hagamos.

Por un final distinto al del infortunio y la desgracia para tantas Fantine y para tantas Lolitas.

Nosotros venceremos.